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La Sociedad de Oración Vocacional del Inmaculado Corazón es una iniciativa de oración del Ministerio Vocacional para alentar e involucrar a los fieles a orar por las vocaciones al sacerdocio, la vida consagrada y el matrimonio sacramental en todo el mundo. Los miembros se comprometen a orar diariamente y ofrecer sacrificios por:

1. Una nueva efusión del Espíritu Santo sobre la Iglesia y una abundancia de vocaciones para trabajar en la viña de Dios.

2. Que la luz y la fuerza de Dios sean dadas a los hombres llamados a ser sacerdotes y hermanos.

3. Mujeres, a las que Dios ha apartado para ser hermanas y monjas, para sentir una llamada irresistible a la vida consagrada.

4. Florezcan las órdenes religiosas siguiendo el camino de la santidad según sus carismas.

5. Los seminarios rebosen y los formadores y maestros sean bendecidos con discernimiento y una sabiduría que no es de este mundo.

6. Los hombres y mujeres, que son llamados al matrimonio, que vean la importancia de esta vocación y, como Tobías, busquen a su cónyuge con un propósito noble.

Todas las intercesiones también están en la tarjeta de oración.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hágase miembro de la Sociedad de Oración Vocacional del Inmaculado Corazón para descargar la tarjeta de oración.

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¿Por qué Inmaculado Corazón de María? por el padre Víctor Pérez, Capellán de la Pastoral Vocacional

  1. La imagen representa el hermoso Inmaculado Corazón de María con cinco rosas, que simboliza la belleza del alma. Esta es nuestra primera vocación: la llamada a la santidad. El llamado a ser quienes el Padre nos está llamando a ser en Cristo Su Hijo.
  2. Este es también el corazón de María. María es la Madre de las Vocaciones. Es gracias a su fe ya su Fiat, su Sí, que Cristo pudo habitar entre nosotros.
  3. Necesitamos la intercesión de Nuestra Santísima Madre para que nosotros también podamos decir sí a la voluntad de Dios en nuestras propias vidas y tener su coraje y amor para dedicarnos a Jesús como ella lo fue.
  4. El corazón inmaculado estaba lleno de gracia. Las vocaciones vienen sólo de la gracia de Dios. Esta gracia nos precede, nos precede. Solo tenemos que decir Sí y estar abiertos a esta gracia. Una gracia es la gracia de la oración por las vocaciones. El Espíritu nos guía en nuestra oración.
  5. La espada en su corazón afligido nos recuerda la participación de María en el sufrimiento de Cristo, estando al pie de la cruz. Ella vio cuánto ama Nuestro Señor a toda la humanidad que nos salvó. Ella estaba allí para el sacrificio del Sumo Sacerdote. Ella quiere que todos reciban las gracias abundantes y la misericordia de este sacrificio que está presente en cada Misa. Ella reza y nos distribuye gracias del Cielo. Ella también ora para que los sacerdotes digan Sí para ayudar a distribuir las gracias que Él ganó para nosotros en la cruz a través de los Sacramentos. La pasión es la fuente de nuestro celo por las vocaciones ya que Cristo murió para salvar a todos y estamos llamados a ayudar a Nuestro Señor en esta obra.
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